miércoles, 22 de octubre de 2014

Autómata (Gabe Ibáñez)

Valoración:4/10

En el futuro la Tierra está sufriendo un paulatino proceso de desertización, sobreviviendo los humanos en ciudades fortaleza donde conviven con robots que han desarrollado para ayudarles en su día a día. Estas inteligencias artificiales tienen dos protocolos básicos, no pueden hacer daño alguno a un ser vivo y no pueden repararse a sí misma. Pero toda norma está hecha para ser rota y será un investigador de seguros quien, detectadas unas anomalías, se meta de lleno en una aventura peligrosa tratando de discernir si los robots son víctimas de un sabotaje o acaso de la evolución.

Gabe Ibáñez (Hierro) dirige esta cinta de ciencia ficción protagonizada y producida por Antonio Banderas presentada en dos de los principales festivales nacionales, Sitges y San Sebastián, donde la crítica no ha tenido piedad con ella.

La virtud principal de “Autómata” es su diseño de producción. La ambientación del futuro post apocalíptico donde tecnología y humanidad se agolpan en núcleos urbanos decadentes está muy lograda, así como los robots en sí mismos con un justo equilibrio entre expresividad y frialdad. Incluso podríamos salvar su planteamiento argumental inicial, pues, en honor a la verdad, la película arranca realmente bien, el problema es que, en su avance, toma la senda hacia el desastre.

El principal problema de “Autómata” reside en cómo, una vez avanzado su metraje, gira su tono y planteamiento hacia un discurso metafísico que choca con lo anterior y que, con su concatenación de frases hechas y manidas, y su “filosofía de mercadillo”, destroza y lleva a un status que roza el ridículo lo que podía haber sido una buena película de ciencia ficción y acción. A mi entender, la aportación de Antonio Banderas al papel principal tampoco ayuda, pues se siente en horas bajas y no transmite la intensidad necesaria. Otros puntos flacos, sin movernos del aspecto interpretativo son la inclusión de una Melanie Griffith (más aspectualmente artificial que las artificiales inteligencias mostradas en pantalla) y el nulo aprovechamiento de un rostro conocido como Dylan McDermott como contrapunto al personaje de Banderas.

En conclusión, una película visualmente poderosa que, pecando de pretenciosa, alarga su metraje innecesariamente desmontando los méritos conseguidos. Un film que va de más a menos y que deja la rabiosa sensación de poder haber sido grande y quedarse en totalmente olvidable. Una pena.

Enoch
Trailer:

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