martes, 30 de octubre de 2012

El Impostor (The Imposter - Bart Layton)



Valoración: 7/10

Bart Layton dirige y firma el guión de un trepidante documental que ha cosechado éxitos a lo largo de su carrera por el circuito de festivales, como el de Miami, Sundance o San Sebastián, donde en su 60 Edición participó en la sección de “perlas”.

La película nos narra la historia de la desaparición de Nicholas Barclay, un niño de trece años de edad que se desvanece de la faz de la Tierra dejando a una familia desolada sumida en una interminable búsqueda. Años después, alguien, en la otra punta del globo, dice ser Nicholas, y la familia, pletórica por el giro de una historia que daban por perdida lo acogen de regreso, pero un impostor se oculta tras un rostro que no concuerda con el del niño que perdieron, mas no hay más ciego que aquel que no quiere ver, y el “nuevo” Nicholas está lleno de recursos..

Layton acierta con la elección y adaptación de esta escalofriante historia y la dota de un ritmo narrativo que cautiva el interés y curiosidad del espectador a medida que va desvelando datos tanto de la desaparición, como del trasfondo psicológico del impostor que ocupa el hueco dejado por el niño. Esta combinación de fondo y forma hace que la película, pese a adoptar el formato documental, llegue a confundirse con un thriller en toda regla.

“La realidad siempre supera a la ficción”, suele decirse, y “The Imposter” es un hipnótico ejercicio cinematográfico que ha sabido jugar con ese efecto tomando algo real a la par que increíble, vistiéndolo de documental, y mezclando ingredientes propios de una película de ficción manteniendo el fondo de verdad,  logrando un thriller que infunde más horror por la realidad tras él.

Una muestra de buen cine fresco, actual y dinámico que entretiene de principio a fin. Muy interesante.

-Enoch-

Amor (Amour - Michael Haneke)



Valoración: 9/10

El muy galardonado director Michael Haneke (“La Cinta Blanca”, “Funny Games”…etc) cambia de estilo e historia dando un intimista giro para rodar un nuevo acierto titulado “Amor” (Amour). Su película se alzó con la palma de oro en Cannes, así como recibió el premio Fipresci durante la 60 Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, entre otros reconocimientos.

“Amour” nos acerca al día a día de un matrimonio de la tercera edad, su complicidad, sus actos de cariño, sus disputas… su vida, su amor. Pero la senectud no tarda en cobrarse su precio, la enfermedad atenaza a la mujer, y una sombra oscurece toda su pacífica existencia poniéndolos a prueba.

“Amour” introduce al espectador de la mano en la intimidad de la vida del matrimonio protagonista. Los planos fijos, la inteligente ubicación de la cámara y consiguiente perspectiva del espectador, transforma a la audiencia en observadora de todo cuanto acontece entre los muros del conyugal domicilio, la hace voyeur de lo más íntimo, el amor, la enfermedad, la muerte… y todo ello realizado con una veracidad, un nivel de verosimilitud inusitado en el cine que conecta directamente con lo más profundo del espectador, no sólo en su emoción sino en lo visceral, consiguiendo una catarsis que hace al público abandonar la sala con un considerable nudo en el estómago, y eso, tiene mérito, mucho mérito.

Nada de esto sería posible si bajo el perfecto despliegue técnico no hubiera unas interpretaciones magistrales que rubriquen tanta verdad como desprende esta película. En “Amour” el trabajo de sus dos protagonistas es titánico, Jean-Louis Trintignant (“Tres colores:Rojo”), borda el retrato de un marido amante y sufriente, y Emmanuelle Riva (“El skylab”, “Mi hijo”) elabora una de las interpretaciones más sobrecogedoras y veraces que he podido ver jamás en pantalla encarnando a   la mujer presa de la enfermedad, despidiéndose de la conciencia, la realidad, del amor y la existencia. Impresionantes los dos, cercanos, reales, dos actuaciones que junto a la labor del director engarzando todas las piezas no invitan a otra cosa que al respeto y admiración por crear una obra tan impactante partiendo de los elementos, emociones y miedos más básicos y cotidianos.

Es con todo ello, “Amour”, una película que si bien resulta lenta, lentísima, en su desarrollo, merece la pena visitar aunque sea una vez. Un trozo de gran cine, un pedazo de vida real atrapado en celuloide que hace sonreír, aterroriza y sacude cada fibra de emoción. Una película no para todos los gustos, pero de innegable calidad, Haneke firma una obra imprescindible.

-Enoch-

Rhino Season (Farle Kargadan - Bahman Ghobadi)



Valoración: 8/10

Bahman Ghobadi firma la personalísima película “Rhino Season” que participó en la Sección Oficial a concurso en la 60 Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, evento en el que el director ya se había alzado en el pasado con dos máximos galardones por sus anteriores trabajos “Media Luna” y “Las tortugas también vuelvan”. No repitió el éxito pero no se fue con las manos vacías, pues fue merecidamente premiada su espectacular fotografía, de Tonraj Aslani.

El film nos narra cómo un poeta kurdo-iraní abandona la cárcel tras treinta años de cautiverio. Solo y sumergido en un mundo demasiado lleno de recuerdos y con un presente que no reconoce, se embarca en un viaje emocional hacia el reencuentro con la que fue su mujer y que le cree hace mucho muerto. El feliz ayer y el gris del miedo al hoy se entremezclan en esta historia hecha de memorias, lágrimas, amor, traición y sangre.

Muchas son las virtudes de esta particularísima película de Ghobadi. Entre ellas es de subrayar el riesgo que toma su guión, viajando atrás y adelante en el tiempo, mezclando diálogo con abismales silencios, gritos con recitada poesía. Por supuesto, también imprescindible el trabajo de sus protagonistas, Beren Saat (Heridas de Otoño) encarnando al poeta liberado y Monica Bellucci (Malena, Irreversible) impresionante dando vida a su mujer, creando un papel en el que ni el dolor ni las arrugas pueden esconder la belleza de su interior fuerza, donde el absoluto silencio y una mirada desgarrada es su arma de desbordada expresión. Y mezclando todo ello en una artística paleta de colores, el ya citado trabajo de Tonraj Aslani creando una fotografía que dota a la película y sus habitantes de un lirismo extremo, puro arte visual.

Arriesgada en su puesta en escena, peculiar en su forma de contar las cosas y latiendo la poesía en cada plano y frase, se constituye “Rhino Season” como una película muy personal y no apta para todos los gustos y paladares. En mi opinión, una experiencia cinematográfica y artística a tener en cuenta, meritoria y altamente interesante y disfrutable.

-Enoch-

Tú y Yo (Io e te - Bernardo Bertolucci)



Valoración: 7/10

Bernardo Bertolucci, mítico realizador de films como “El último emperador”, “Belleza Robada”, o “Soñadores”, entre otras muchas, vuelve, tras años alejado por factores de salud, a situar su talento tras las cámaras para dirigir “Tú y yo”, una intimista película con la que participó en el Festival de Cannes y en la sección de perlas de la 60 Edición del Festival de Cine de San Sebastián.

“Io e te” nos ubica en el seno de una familia desestructurada, donde cada miembro vive al ritmo que su independencia le marca. El más joven de sus integrantes, un adolescente, miente a sus padres indicándoles su participación en una excursión a la nieve que realiza el instituto para, en su lugar, encerrarse solo en el sótano del edificio a pasar tiempo consigo mismo y sus hobbies. Pero allí tendrá una compañía inesperada, la de su hermanastra y su adicción a la heroína. Juntos, en la oscuridad del subsuelo y en absoluta soledad, habrán de lidiar con sus fantasmas interiores.

Pese al gran nombre de su director, estamos ante una película pequeña, con escasos actores y escasas localizaciones, una película íntima, de sensaciones, sentimientos, emociones y pensamientos. Bertolucci, en el claustrofóbico y decrépito emplazamiento donde desarrolla la narración nos encierra con los dos actores (Tea Falco y Jacopo Olmo Antinori) que encarnan con gran verdad a los hermanastros para acercarnos a su visión de la familia, la adicción, el arte, la soledad, la sociedad…  un caleidoscopio de grandes ideas contadas desde lo más común y pequeño que no sería posible sin una más que meritoria adaptación de la novela de Niccolo Ammaniti a un guión ágil y cercano.

“Tú y yo”, si bien no representa una cumbre dentro de la carrera de su director, sí que nos demuestra que sigue en forma y que con lo mínimo en recursos y lo máximo en buen hacer cinematográfico y creativo puede hacerse una buena película. Entretenida e interesante.

-Enoch-

Sinister (Scott Derrickson)



Valoración: 6/10

Scott Derrickson, quien firmara el gran éxito “El exorcismo de Emily Rose” y el olvidable y prescindible remake de “Ultimatum a la Tierra” regresa al panorama de lo sobrenatural con su película “Sinister” con la que se coló en la sección competitiva del festival de Sitges e inauguró la 23 Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián.

El film nos cuenta cómo, en su proceso creativo, un escritor de novelas policíacas que basa sus relatos en hechos reales y se documenta trasladándose a las casas y lugares donde se han cometido los crímenes, llega a un nuevo hogar con una nueva trágica historia detrás, toda una familia masacrada. La oscuridad no tardará en cernirse sobre él y su familia en su nuevo lugar de trabajo, la aparición de unas misteriosas cintas con un extraño contenido desatará el misterio, el peligro…

Derrickson recurre, en lugar del espectáculo visual, a la creación de atmósfera. Los silencios, las imágenes perturbadoras de las cintas, las sombras, las siluetas entrevistas, el uso de la oscuridad (con una fotografía de negro sobre negro de Chris Norr rozando el exceso) y una convincente interpretación de su protagonista omnipresente, Ethan Hawke (“Gattaca”) funcionan de una forma bastante efectiva aderezadas con algún que otro sobresalto que no por predecible es menos contundente.

“Sinister” se desmarca contándonos una historia entre el thriller y el terror, entre lo mundano y lo sobrenatural de una forma bastante interesante que mantiene en vilo y despierta la curiosidad (pese a tener un tramo central un tanto repetitivo y prescindible) y la inquietud por el devenir de la narración y sus protagonistas. Correcta en lo formal y en su fondo, lo único que quizás chirría es el salto de lo sugerido a lo obvio, tanto en lo visual como en lo declamado por sus personajes resulta en exceso explicativo para una audiencia que ya intuye y adelanta resoluciones.

Pese a todo, la película de Scott Derrickson es un producto entretenido y elegante en sus formas,  ideal para pasar un buen rato de oscuro cine. 

-Enoch-