miércoles, 23 de noviembre de 2011

Red Nights (Les nuits rouges du bourreau de jade)


Valoración: 7/10

Julien Carbon y Laurent Courtjaud escriben y dirigen esta virtuosa y fetichista obra cinematográfica que ha paseado su elegancia por el Festival de Sitges (donde obtuvo el galardón a la mejor banda sonora firmada por Alex y Willie Cortés) y la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, así como obtenido una nominación a los premios de la academia de cine hongkonesa.

“Noches Rojas” (o “Las noches rojas del verdugo de jade”, como versa su título original) centra su historia en un objeto, una calavera de jade, guardiana de un secreto ancestral, un misterio más allá de la muerte, más allá del placer. Ella será objeto de deseo de una galería de peculiares personajes que esgrimirán sus mejores habilidades para hacerse con ella, entre ellos Carrie Ng, una empresaria y dominatrix obsesionada por el dolor y el color rojo, Frederique Bel, quien tras eliminar a su amante toma las riendas de su propio destino, Jack Kao, un gánster sanguinario… El deseo de posesión del mítico objeto marcará el hado de los personajes, de la historia.

“Red Nights” construye una galería de femmes fatales que nos retrotraen al cine más clásico e hila sus actos con un guión lleno de giros y sorpresas, al tiempo que mezcla géneros sin perder coherencia, rasgos que la hacen amena y sorprendente para el espectador. Pero quizás el aspecto más novedoso y atractivo de la película reside en los recursos visuales. En este film los objetos, y no sólo el deseado jade, son tan importantes como los personajes mismos, latex, tacones, metálicas y letales uñas… fetiches varios y variados que los directores han querido subrayar y ornamentar, no sólo con una banda sonora de calidad sino también con un cuidadísimo diseño de producción que los realza y dota a la narración de un erótico y mortífero glamour secuencia a secuencia.

Sexo, dolor, tortura (que no por macabra es mostrada con menos elegancia), placer, ambición, erotismo, deseo y muerte… un cocktail explosivo que si bien podía haberles estallado en las manos a unos directores primerizos consiguen el efecto contrario, rubricar una propuesta plena de virtudes y que, sobre todo, no dejará indiferente a nadie que se atreva a sumergirse en estas Noches Rojas…

-Enoch-

Le quattro volte (The Four Times)


Valoración: 4/10

Michelangelo Frammartino dirige esta peculiar propuesta cinematográfica, atípica y extraña, que le ha valido varias nominaciones a los premios David di Donatello y le ha permitido pasear su producto por los más diversos y prestigiosos festivales de cine (provocando desiguales reacciones, no tanto de crítica, más afín, como de público) como Cannes o San Sebastián.

“Le quattro volte”, una película a medio camino del documental, a medio camino de la ficción, lleva al espectador a un entorno rural, un sitio más allá del tiempo, pero en el que los ciclos de la vida se suceden en mágica armonía. No hay línea argumental, no hay historia, sólo la vida misma.

Este cuento de líricas formas y hermosa fotografía navega por aguas sosegadas, calmas… una fábula demasiado tranquila que o bien hipnotiza a la audiencia o la sume en el más profundo de los tedios haciendo interminables sus 88 minutos de duración.

A título personal, el poema en imágenes que es “Le quattro Volte” no me atrapó en su desarrollo y su conjunto me pareció un experimento, que si bien a ratos resulta interesante, peca de exceso de lentitud y nula complacencia con el espectador en cuanto a lo narrativo se refiere, con lo que me terminó resultando fallido, eso sí, oculta en sus metrajes varios momentos de humor (en un mundo de absoluto aburrimiento las intervenciones de las cabras son impagables) que momentáneamente rescatan el ánimo disperso. Fallida.

-Enoch-

jueves, 17 de noviembre de 2011

El Mundo según Barney (Barney's Version)


Valoración: 6/10

Richard J. Lewis dirige esta película ganadora del premio del público en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y acaparadora de diversas nominaciones a los más diversos premios (Globos de oro, Satellite awards, Oscar…) escrita por Michael Konyves adaptando la novela homónima del canadiense Mordacai Richler

“El mundo según Barney” nos narra el viaje vital de un productor de televisión, Barney Panofsky (Paul Giamatti), sus experiencias, sus excesos con la bebida, su amor por el hockey… y por las mujeres, de hecho viajaremos ni más ni menos que por tres matrimonios. Y acompañándole en su caótica andadura descubriremos dos grandes figuras, su padre (Dustin Hoffman) y su gran amigo (Scott Seedman), un ejemplo de extravagancia el primero, y de encanto el segundo.    

Estamos, a mi entender, ante una película sobrevalorada. Tiene encanto, sin duda, y casi la totalidad del mérito responde a la memorable y completísima interpretación de un Paul Giamatti en estado de gracia (estupendamente secundado por Hoffman y Speedman), pero otras bazas juegan en su contra, como es su excesiva duración debido a subtramas prescindibles que no terminan de empastar con el resto de la historia y cuyo sacrificio, bajo mi punto de vista, hubiera mejorado el conjunto. Igualmente en su contra juega que, en cierto modo, el film no lleva un crescendo emocional y argumental, sino que el espectador siente que va de más a menos, y eso, sobre todo ante una película de esta duración, es un lastre que termina dejando una fría sensación. 

Pese a todo, las grandes interpretaciones salvan un guión y montaje ostensiblemente mejorables y hacen que se mantenga el entretenimiento y rozar varios momentos brillantes. Aceptable.

-Enoch-

Elisa K


Valoración: 4/10

Judith Colell dirige junto a Jordi Cadena (que también es autor del guión) esta artística obra cinematográfica basada en la novela de Lolita Bosch que recibió el premio especial del jurado (por el tratamiento del sórdido tema sobre el que gira su argumento) en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y una nominación a los premios Goya al mejor guión adaptado.

La película nos cuenta la historia de Elisa en dos bloques diferenciados, el antes y el después de un hecho que cambió su existencia, a los once años, un amigo de su padre la hizo llorar y compró su silencio con una pulsera de plata. La razón de su llanto se escondió muy dentro de ella, hasta que catorce años después sale a la superficie, revive el recuerdo, toma el teléfono y Elisa llama a su madre… “ayúdame, acabo de recordar una cosa horrible”.

Novedosa en sus formas, la película convence mucho más en su primera mitad que en la segunda, donde la interpretación de la protagonista decae y los recursos visuales, pese a ser más o menos artísticos,  resultan gratuitos y tediosos. Pese a su corta duración, inferior a 80 minutos, el metraje de “Elisa K” se hace pesado, más extenso de lo que realmente es, todo ello nacido en la nula complacencia que tiene con el espectador.
La película se regodea sobre sí misma en su vanguardismo, se cuenta a sí misma con una monótona voz en off que adormece al público, con lo que, bajo mi punto de vista, no termina llegando a un equilibrio y pese a que tiene una calidad formal innegable, innegable es también el aburrimiento al que induce. Prescindible.

-Enoch-

Amigo (Brother from Another Country)


Valoración: 5/10

John Sayles escribe y dirige esta película sobre ocupación y guerrillas en Filipinas, seleccionada para concursar en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, por el que pasó sin pena ni gloria y donde fue bastante vapuleada por la crítica especializada.

“Amigo” nos narra la historia de un barrio, el de San Isidro en Luzón, Filipinas. Lo hace con el líder del mismo, Rafael Dacanay, como núcleo e hilo conductor. Simón, el hermano del líder y cabecilla de la guerrilla local, le obliga a encarcelar al capitán de una guarnición española y a un fraile. Pero todo gira con la llegada de la milicia americana, que obliga a liberar a los cautivos españoles y ejecuta la ocupación americana del barrio para “su seguridad”. Filipinos, españoles y americanos en una encrucijada, un pulso de poder y emoción con trágicas consecuencias…

Este trabajo del afamado director está narrado con corrección formal, pero sin mucho genio, y , sobre todo, sin mucha emoción, pese a introducirnos en las entrañas de la tragedia, la frialdad de la narración aísla al espectador de la historia y pese a no resultarle la película aburrida, sí que la dota de una intrascendencia no merecida. Le falta, sin duda, el genio del que John Sayles ha hecho gala en anteriores trabajos. Entretenida pero prescindible.

*Enoch*

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Aita


Valoración: 4/10

Jose María de Orbe escribe y dirige esta peculiar propuesta cinematográfica que ha levantado grandes polémicas y controvertidas opiniones allá por donde ha pasado.

“Aita” nos sumerge en un antiguo caserón abandonado al cuidado de un guarda que sólo tiene contacto con el cura del pueblo. La casa, sus sombras, sus silencios, su memoria hecha imágenes que como fantasmas del propio cine cobran vida en la oscuridad…

Extraña, indefinible, cuestionable… ¿Es “Aita” verdaderamente cine o estamos ante un proyecto de video arte, de puro ejercicio experimental?

Cojeando por una narrativa ausente, de fondo dudoso, a dos voces (el guarda, el cura) que poco o nada cuentan, brillando por un aspecto formal que genera una hipnótica atmósfera, ora asfixiante, ora liberadora (gracias, en gran medida a la fotografía de Jimmy Gimferrer, premiada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián).

Una obra inclasificable, que sólo agradará a aquellos buscadores de nuevas experiencias cinematográficas, que sepan obviar la búsqueda de sentido o argumento y perderse en lo visual y lo sensorial.

¿ Obra maestra o insulto al espectador? Si bien una virtud indiscutible tiene este proyecto es que genera debate y discusión, y eso, para el cinéfilo de pro, resulta siempre de interés. A mi gusto personal, un viaje interesante, pero fallido.

-Enoch-